La clave para sobrevivir a crisis ó ambientes de estrés y seguir avanzando en nuestro desarrollo, está en la resiliencia. ¿Y qué es la resiliencia?
Es la capacidad de sobreponerse y avanzar ante momentos difíciles de la vida, de resistir a la adversidad y recuperarse. Se construye mediante actitudes, comportamientos y apoyos sociales. Es decir, se puede aprender a ser resiliente.
Las organizaciones pueden aprender a desarrollar e impulsar una cultura de resiliencia. ¿Cómo podemos construir una organización resiliente?
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Alinear los valores organizacionales. Para lograr una organización resiliente debemos saber identificar esos valores que forman parte de los pilares de la empresa y que identifican cómo opera.
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Recarga la energía con pequeñas pausas. Debemos prestar atención a nuestros picos y valles de productividad. Los ciclos de energía suelen durar entre 90 y 120 minutos, por lo que es conveniente desconectar durante unos minutos para restablecer esa energía para equilibrar la actividad laboral con un breve tiempo para descansar y desconectar de esas tareas puede promover una mayor energía, creatividad y enfoque.
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Agilidad mental. Podemos aprender a cambiar nuestra reacción ante el estrés que puede producir cualquier situación. Este proceso en el que de manera consciente entrenamos a nuestra mente a quitar el foco de la sensación de estrés, nos permite observar la experiencia desde un punto de vista más neutro para poder resolver el problema. Esta flexibilidad nos da pie a reflexionar, cambiar de perspectiva y elegir entre diferentes opciones.
- Compasión. Los empleados que experimentan en su entorno de trabajo comprensión y empatía ante los problemas ajenos se ven a sí mismos, a sus compañeros y a la organización de manera más positiva, la compasión aumenta estas emociones positivas, crea relaciones laborales más sólidas y estimula la colaboración. Por lo tanto, fomentar entornos abiertos al componente emocional también disminuye el estrés, mejora la cohesión entre las personas y el compromiso ante los retos comunes.
- Perspectiva realista. Los objetivos realistas nos ayudan a avanzar diariamente con propósitos alcanzables. En medio de una crisis, además, estos pequeños objetivos nos ayudarán a mantenernos ocupados y motivados.
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Feedback de los colaboradores. Este feedback nos ayuda a identificar y prevenir los problemas o, al menos, a resolverlos con más agilidad. También nos ayudará a conocer qué hacemos bien para no dejar de practicarlo.
- Equilibrio trabajo/vida. Tener un buen equilibrio entre la vida laboral y personal nos ayuda a desarrollar nuestra resiliencia en el trabajo porque somos más conscientes de que hay vida más allá del trabajo. Hacer deporte, ver a nuestros amigos o dedicar tiempo a nuestros hobbies, ayuda a eliminar la tensión de la jornada laboral para volver cada día con energía renovada.
Para ser una organización resiliente, más fuerte y resistente, con capacidad de adaptación debemos, como equipo, ser capaces de aprender de lo inesperado y de estas crisis que irrumpen nuestra estrategia organizacional.
Debemos entrenarnos en el manejo de nuestras emociones y armarnos con nuevas estrategias para poder superarnos y aprender en cualquier nueva situación.
Publicado por: Hrider.
Autor: Lucía Solla.
Adaptación: Dinámica Empresarial Consultores S.A. de C.V.